A mi madre
Por qué algunas noche llorando
y otras sin poder dormir
incesante, delirando
el tiempo se va pasando
sin dar tregua a mi sufrir
aquí no puedo encontrar
quien olvide mi quebranto
y al ver ese inmenso mar
suelta en mis ojos el llanto
el cielo habra de querer
que en más venturoso día
acaba mi padecer
y que pueda volver
a tu lado madre mía
en tanto no existirá dicha
entre nosotros dos
mientras el tiempo se va
esperanza y confianza en Dios
que Dios determinará.
Francisco P. Montes de Oca y García.
Este poema fué dictado a mi tio Pepe por mi bisabuelo cuando mi tio tenía 15 o 16 años, ahora tiene unos cuantos más, y aún lo recuerda como el primer día, gracias tío por este regalo.