El zurrón

El Balcón del Chantre

Balcón del Chantre
Balcón del Chantre en la R.S.E.A.P.T.

En la esquina de la C/ de la Carrera con la C/ Viana, donde se encuentra hoy el edificio que fue sede del Colegio Nava- La Salle, se encontraba el Balcón del Chantre, que fue testigo de importantes sucesos, y muy castigado por propios y extraños hasta que desapareció.

No estaba a mucha altura de la calle, era un mirador largo y ancho, como la cámara de una antigua galera veneciana. Por el se paseaba el dueño de la casa, el Chantre, que desde él y a través de sus cristales observaba cuanto ocurría en la calle.

Tanto cristal no tardo en llamar la atención de los desocupados y estudiantes que lo hicieron blanco de sus disparos de piedras. Al principio el chantre se lo tomo muy mal, el hombre estaba muy enfadado, pero después se lo fue tomando con filosofía y cristal roto cristal puesto, para eso tenía en el desván una buena provisión de ellos.

Hay un testimonio gráfico en un cuadro de Juan Abreu, el cuadro costumbrita y anecdótico, en el que se representa la entrada en  La Laguna del primer obispo de la diócesis nivariense, D. Ramón Folgueras y Sión. El obispo está montado en la tradicional mula blanca, rodeado de gente. En la pintura a la izquierda y en primer término, está el balcón del Chantre con varias personas asomadas. Este cuadro se conserva en el salón de actos de la Real Sociedad Económica de La Laguna.

El transcurso de los años no impidió que los muchachos la emprendieran a pedradas con el balcón, pero no eran tan malos como parecían, cuando venía el santo del Chantre, le obsequiaban como podían con regalos, y estos se acumulaban con los tantos que sus amistades le enviaban. Algunos también le daban serenatas y al anochecer cuando terminaba la tregua, volvían a emprenderla a pedrada limpia contra los cristales, lo cual llenaba de regocijo al proveedor de los cristales.

A la muerte del chantre, la casa y el balcón cayeron en un creciente deterioro, pasó a ser ocupado por un parador para las diligencias, y los inquilinos no tenían la paciencia del antiguo propietario, lo que llevo a sonadas escaramuzas entre los estudiantes y los mozos de cuadras.

El balcón, servía ya para poco y una mañana se organizó un escuadrón de jinetes, que salieron en dirección al balcón del Chantre, para la destrucción de la galería acristalada. Al día siguiente solo quedaban escombros y vidrios rotos.

(Fuente:  «La Laguna de anteayer y otras historias» de Enrique Ruméu Palazuelos.)


* Chantre, el que estaba al gobierno del canto en el coro en cualquier catedral;

Un comentario en «El Balcón del Chantre»

  • hola mi nombre es edinson javier chantre vivo en colombia bogota.tambien me gusta la escritura me encanta escribir.. a veces cuando estoytrizte ho contento pero mis escritos no son comunes..no le escribo ni a mi patria, ni a la vida y mucho menos al amor. algun paguina para yo a gregar mis escritos

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