Plaza del Cristo, a propósito de una foto
– Buenas seña Candelaria, cuanto tiempo sin verla, ¿cómo anda la familia?.
– Buenas Seño Juan ,pues mire ahi vamos escapando, aqui vengo de lavar un fisco ropa en los lavaderos y voy pa casa que ahorita mismo vienen todos a comer y aun tengo que poner el potaje al fuego y usted ¿qué se cuenta?.
– Pues yo vengo de la recova que pase por alli y vi unos «jigos picos» y dije voy a llevarle unos pocos a Seña Juana que le encantan y ¿cómo anda tu madre Candelaria?.
– Allí esta la pobre con la pata jeringada que no puede ni moverse pero bueno va escapando.
– ¡Ay mija no queda otra!, qué pena cuando se llega a viejo y no puede uno ya ni moverse,dele recuerdos de mi parte .
– Seran dados Seño Juan , dele usted también recuerdos a Seña Juana a ver si voy un día por ahí pa rriba a verla y me jace mas que sea un goto café de ese tan bueno que jace ella.
– ¡¡Ahhh se me olvidaba Candelaria !! ¿¿te enteraste que se murió Seña Eufrasia??
– ¡¿Qué me dice cristiano?!, pero si yo la vi la semana pasada por la vereda pa rriba, ¿pero estaba mala ?, no había oído yo nada.
– Que va mija , se ve que le dio algo y se murió de repente.
– Vaya por Dios, pues tendré que acercarme un día de estos a darle el pésame a su hija, dito sea Dios no somos nadie, bueno Seño Juan voy pa casa que sino hoy no comemos. ¡¡Jisssuuuu que son ya casi las doce!! Adiós Seño Juan.
– Vaya usted con Dios Candelaria hasta mas ver.
Lourdes Ramos.
Gracias Alejandro por publicarlo en tu pagina, me ha encantado, un saludo.