Castillo de San Juan
En 1599, el Cabildo recogió el proyecto de Torriani y decidió construir en los lugares indicados de Paso Alto y Caleta de Negros, dos cubelos capaces para 8 piezas de artillería y 30 soldados, no ejecutándose las obras por haber derivado S.M. los fondos hacia Las Palmas de Gran Canaria, que había sido atacada por el holandés Van Der Does.
En 1619, se recuperó el proyecto con idea de construir estos dos cubelos y otro en Puerto Caballos pero, una vez desaparecidas las amenazas que motivaron las alarmas, se abandonó de nuevo. Por fin, en 1641 (acababa de estallar la rebelión de Portugal), por iniciativa del Capitán General Luis Fernández de Córdoba y Arce, se dio un gran paso adelante con la construcción del castillo de San Juan, que era el tantas veces prometido baluarte de la Caleta de Negros. Estaba formado por una torre cilíndrica de cantería basáltica con un espigón saliente hacia el mar. El patio estaba dividido en dos partes: una que miraba al mar, reservada para plataforma de la Artillería, y otra para depósitos y aposentos del alcaide y tropa. Se terminó de construir en 1643. El 17 de septiembre de este año, aprobó el Cabildo la primera dotación de la fuerza en pólvora y bizcochos. Aunque en esa fecha nombró el Cabildo el alcaide, hasta 1683 no llegó la licencia real, en forma de privilegio perpetuo. No obstante, cada año el Cabildo, el 30 de noviembre, nombró nuevo alcaide entre 1643 y 1782, conociéndose el nombramiento de 121.
Como ya hemos dicho, el 30 de noviembre de 1643 acordó el Cabildo de Tenerife «nombrar siempre una Persona que sea Caballero notorio de las cualidades que son necesarias para los demás Castillos de S.M.», recayendo el nombramiento en el Capitán D. Lope de Fonte. En el libro de actas del Cabildo nº 25, f º124, se puede leer lo siguiente: » CAPITAN D. LOPE DE FONTÉ, que fue el primer Cástellano que nombraron por haber asistido con el Corregidor a la fábrica desde su principio hasta el fin de la obra con especial cuidado y solicitud y ser persona de calidad. Tomó posesión del Cástillo y rindió pleito homenaje por el mismo ante el Corregidor Urbina el 77 de marzo de 1644, presentes los capitulares y diputados D. Tomas Pereira de Castra y D. Francisco Valcárcel Xuárez y Lugo ante el Escribano Mayor del Cabildo Agustin de Mesa. Luego el dicho Corregidor -dice el Acta- y diputados dispusieron que se levante el estandarte real del fuerte en nombre de S.M. como suyo y para la dicha ceremonia se entregó el estandarte al Regidor Capitán Juan de Mesa y se halló presente el Maestre de Campo Juan de Urtusuástegui, Caballero de la Orden de Santiago y Regidor, y el Capitán D. Alonso Llarena, Castellano Principal, y el dicho Juan de Mesa tomó el estandarte con su mano y en nombre de S.M. lo arboló y quedó dada la dicha poseción con toda solemnidad».
En el inventario que entonces se hizo del nuevo Castillo consta entre otras particularidades las siguientes: De 7 piezas de artillería de hierro, encabalgadas, 6 estaban en la plaza de armas y la otra bajo la bóveda o casamata; existían 50 balas redondas grandes de hierro; 36 balas de pivón y cadena; 19 cartuchos llenos de municiones en sus cajas. Consta al pie del inventario que había a la entrada del Castillo un cuadro de San Juan con una «cajita de religuias al pie de él que está dentro de la pared con su bela y anssimismo la campana y el puente lebadizo con sus cadenas de hierro …» Se hizo entonces cargo al Castellano de unas casas que estaban fuera del Castillo «y que se fabricaron con él para la vivienda de los artilleros, soldados y de lo demás que de ellas ordenase y dispusiese el Cabildo desta isla.«
En el año 1685 se hicieron los primeros reparos y consta que en los años 1765-66 fue reedificado de nuevo por orden del Comandante General D. Domingo Bernardi.
Cuando el Contraalmirante Nelson atacó la plaza de Santa Cruz, era; Gobernador del Castillo Diego Fernández Calderín y Abreu, y mandaba la Artillería el oficial francés Angumar del bergantín La Mutine, que había sido apresado semanas antes por los ingleses. Según parte firmado el 12 de junio de 1797 por Antonio Eduardo, Jefe de la Artillería de la plaza, el castillo estaba artillado con 7 cañones (en un inventario de 1788 dice que había 5 de a 24 y 2 de a 16) y guarnecido por 22 artilleros de los 56 que tenía la dotación.
En 1898 estaba artillado con dos cañones de retrocarga de 15 cm, mod.1878, y dos obuses de 21 cm. El Comisario de Guerra Interventor efectuó la inscripción en el Registro de la Propiedad el 7 de mayo de 1900, figurando en el folio 43, tomo 340, libro 101, firma no 6584. Por R.O. de 2 de enero de 1926 se declaró inadecuado para el servicio del Ejército, pero no Ilegó a enajenarse, pues el 13 de septiembre de 1948 fue cedido al Cabildo de Tenerife en usufructo, creándose el Museo Militar de Santa Cruz, filial del Museo del Ejército. El 30 de septiembre del mismo año se constituyó el patronato del mismo, procediéndose a su restauración. El museo no tuvo éxito.
El castillo ha permaneció olvidado durante muchos años. Actualmente el Ayuntamiento, dentro del proyecto de construcción del Parque Marítimo, contempló al castillo como una de las piezas clave. Santa Cruz debe estar orgullosa de San Juan pues es quizás la más bella fortificación levantada en las islas y su estado de conservación es bueno.
(Fuente: Museo Regional Militar de Canarias)
Magnifica descripción del Castillo de San Juán, me gustaría enlazarlo con http://www.nuestraisla.com.
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Gracias por molestaros en leerlo.