Feliz día de los desaforados.
Le escribía Cristobal del Hoyo, Vizconde del Buen Paso de 43 años a su sobrina Leonor de 24 años en 1720.
«Yo estava, y estoy, con la chupa, las medias, las chinelas, mis ligas, y tuyas la camisa y el ropón, y con esta poca ropa me a picado tan fuerte el deseo de tenerte y verte de la misma suerte, que no me lo embarazará nadie, nadie, nadie, y assí la primera vez que nos veamos juntos y en nuestra soledad amable, trate usted de ponerse assí y recostarse sin que a mí me queste el trabajo de suplicarlo mucho, no sea como quando te quité las medias aquí, en la ventana.»
«Mira que ayer me escriviste que era dueño de tu boca, narizes, etc. Este etcétera quiero saber qué quiere dezir y assí avísamelo.»
¡Feliz día de los desaforados!