El cultivo de la Barrilla
Esta es la Barrilla, es muy pequeñita, rastrera, se encuentra por las zonas de costa de casi todas las islas, si no todas.
Durante mucho tiempo la única forma de conseguir sosa, imprescindible para hacer jabón, era a partir de las cenizas de quemar algunas plantas que las acumulaban en su interior. Canarias fue uno de los mayores productores de Barrilla en el siglo XVIII.
Se exportaba a Londres donde hacían jabones con los que se bañaba gran parte de Europa. Gracias a la Barrilla se hicieron enormes fortunas en las islas, sobre todo en Lanzarote, donde se mejoró el sistema de extracción, utilizando hornos que producían bloques de sosa, en vez de ceniza de sosa.
¿Saben por qué se hundió el negocio? Por dos cosas, primero, encontraron una manera de producir sosa de forma industrial, segundo, los empresarios canarios, empezaron a meter callaos dentro de los envíos para aumentar el peso, y los compradores bajaron los precios por culpa de la estafa y se fueron a comprar la sosa industrial, un poco más cara pero con la cual no les engañaban.
Así que podemos decir, que en el Siglo XVIII, si muchos europeos se bañaban, y lavaban la ropa, es gracia a las Islas Canarias.