El zurrónVeremundo Perera

A DON LEOCADIO MACHADO, EN SU HOMENAJE

Médano quiere decir
«Bancos de arena a flor de agua»*
Tal es, como lo sabéis,
su descripción geográfica.
Pero aquí Naturaleza
donó la sublime gracia
de que este Médano fuese
una deliciosa playa.
  Atracción de forasteros
por su perenne bonanza;
ameno, apacible clima,
el de toda su comarca;
y en la turbulenta vida.,,
remanso para las almas.
Quiso el Destino que un día
esta mansión visitara
don Leocadio Machado,
atraído por la fama
de su magnífica zona
bellamente hospitalaria;
y así, como fascinado
por hechicera mirada
de hermosa mujer, quedóse
ha muchos años su alma.
Testigos: «Peña María»,
que tanto él’ ensalzara;
«Tejitas», «Montaña Roja»
y la desierta «Pelada»;
el «Barranco de los Balos»,
que hoy «Solidarium» llaman;
y la extensa fina alfombra
de la arena milenaria,
y el espumoso lenguaje
de las bordadoras aguas,
que este caserío adornan
y a este caserío cantan,
y el Sol, en las primaveras;
la Luna en las noches ciaras.
Todos le han visto y cien veces
como el más celoso guarda
de esta joya tinerfeña,
años tras años rondarla
igual que un enamorado
lo estuviera de su dama.
Por esto no es de extrañar
si las gentes le llamaran
así que pasar le vieran:
¡Ahí va… «El loco de la playa»!
El Médano tiene, pues,
al fin su deuda saldada
con este noble y galante
pregonero de su fama.

ENVIO:

Por vos, maestro y señor,
ciudadano y caballero,
hoy se ha sentido cantor
un pobre diablo «chasnero».

Veremundo Perera. 30-09-1934

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