Por escritos como este, condenaron a D. Tomás de Iriarte
El hombre de los cuarenta escudos. Un apacible viejo, que siempre se queja del tiempo presente y alaba el
Leer másEl hombre de los cuarenta escudos. Un apacible viejo, que siempre se queja del tiempo presente y alaba el
Leer másPor entre unas matas seguido de perros, no diré corría, volaba un conejo. De su madriguera salió un compañero y
Leer másTuvo Simón una barca no más que de pescador, y no más que como barca, a sus hijos la dejó.
Leer másSeñor D. Juan, quedito, que me enfado: besar la mano es mucho atrevimiento; abrazarme… no, D. Juan, no lo consiento.
Leer másNo te quejes, ¡oh, Nise!, de tu estado aunque te llamen puta a boca llena, que puta ha sido mucha
Leer másCon licencia, señora, de ese pelo que en rubias ondas llega a la cintura, y de esos ojos cuya travesura
Leer másEste poema, el más conocido de su vertiente erótica, fue prohibido por la inquisición en 1804, 13 años después de
Leer másHa tiempo que hemos venido prosiguiendo una labor de investigación sobre documentos inéditos, relacionados con el insigne fabulista don Tomás
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