El besco

En el Besco se cogía un puñado de callados de un tamaño chico, y un callado pequeñito llamada besquito. Los más grandes se tiraban al suelo.

El juego consistía en que con una mano tirabas el besquito al aire, lo más alto posible, y con la misma mano intentabas recoger la mayor cantidad de callados del suelo, en lo que tardaba en bajar el besquito, si cogías el besquito con la misma mano, se contaban los callados que tenías, ganaba el que más cogía.

Recuerdos de María Teresa Hernández Montes de Oca

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