Capitán de navío

Yo soy de Teno Alto. Y allí arriba había un matrimonio, Domingo y María, que se llevaban muy bien. En aquel entonces en los campos llovía poco y la gente se bañaba de año en año.

Se dio la casualidad que Domingo se muere un día de invierno, y antes se bajaban los muertos por el risco para abajo. Y desde arriba María, ya viejita, se ponía a gemir: ¡ay, mi Domingo tan bueno que era!, y todo esto sin parar de llorar. Y mientras esto sucedía, los otros bajando por ese risco con el muerto. Pero como era un día de invierno y el agua corría tan fuerte por el barranco, al cruzarlo se les cayó la caja. Su mujer desde arriba gritaba : ¡ay mi Domingo, tanto miedo que le tenías al agua, y ahora vas de Capitán de navío!.

Antonio Luís Regalado.
Asociación de mayores «Cardón de oro», Buenavista del Norte.
Nos cuentan historias – Editado por CajaCanarias.

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